jueves, 17 de agosto de 2006

Política: poses y posturas II

Desde luego que las poses y posturas descritas en el apartado anterior de esta serie no tienen la intención de abarcar el amplio abanico de mentalidades que pueden existir, la intención era apenas establecer una separación entre una inclinación racional y una emocional. Si alguien resulta ofendido, que se ponga a revisar por qué cree en lo que dice creer. (Claro está que tampoco se trata de menospreciar a las emociones, sino de colocarlas en el ámbito que les corresponde; ¿acaso debe la razón elegir la pareja de uno?)
Quiero citar aquí un texto que servirá para cotejar la situación nacional con la global:
Nos dirigimos hacia un mundo en el que un pequeño número de países y un pequeño número de personas dentro de ellos se beneficiarán sustancialmente del neocapitalismo, al mismo tiempo que gran número de otros países y personas serán explotados y estarán progresivamente en peor situación [...] En un mundo en el que todas las empresas son globales, no son los ciudadanos de tal Estado-nación los que se benefician, sino ciertas clases globalizadas de personas, los líderes y los "analistas simbólicos" de diversos tipos.

Gee, P. Hull, G. Lankshear, C. El nuevo orden laboral: Lo que se oculta tras el lenguaje del neocapitalismo. Barcelona, 2002. Ediciones Pomares.
De las poses, que seguramente son muchas más de las que apunté en la entrada anterior, sólo queda decir que son lo opuesto a lo que se espera en una democracia, las decisiones tomadas por una población ignorante y superficial. En cuanto a las posturas, que serían un coto de verdadera actividad política, ambas tendencias llevan a la gente real hacia el mismo sitio: una diferencia esencial es la orientación de la economía nacional: si va hacia afuera, hay que aceptar que este país no genera la riqueza que requiere la economía actual (la que genera el conocimiento), por lo menos no en cantidades "competitivas", y sólo nos queda ser fuente, como siempre, de materias primas y mano de obra barata para que un ínfimo sector de la población disfrute de los beneficios; si por el contrario, la economía se cierra, la presión vendrá desde afuera, además de las injusticias inevitables de toda organización humana. El votar por el otro partido sería un retroceso y una verguenza.
Unos defienden una causa que siempre ha estado perdida, otros la continuidad inexorable de la injusticia. Los primeros siguen caminando, como Galeano, hacia la Utopía, los segundos han asumido, como Fukuyama, el fin de la Historia.

Dulce María: una niña muy rebelde.

1 Comments:

At 3:36 p.m., Anonymous Anónimo said...

desgraciadamente la democracia y el liberalismo o neoliberalismo han ido muy de la mano en la epoca moderna, cada vez que por eleccion del pueblo osea democracia se elije un gobernante que a los imperialistas no les conviene creo que todos sabemos a que me refiero, por ejemplo Chile digamos simplemente es "removido" del cargo, osea no con esto digo que la democracia no sirva de hecho si fuese real seria la mejor opcion para elejir a nustros gobernantes, solo quiero decir que no existe y que se a confundido con libertad o no por eso hay defensores de la libertad y la democracia, osea no tiene nada que ver una cosa con la otra puede haber democracia sin libertad y libertad sin democracia, no confundamos estos terminos, lo mejor seria que se tuvieran los dos pero actualmente es imposibles, uds que prefieren...

 

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