martes, 26 de diciembre de 2006

Sociología: ¿Está bonita tu novia?

Como estoy de visita en la casa de mis papás, donde hay televisión, ayer decidí emplear las últimas horas de la tarde viéndola, para así poder declarar el día perfectamente malgastado. Recorrí los canales: el Discovery Channel y el History idem transmitían programas patrióticos sobre armamento; en Animal Planet, otro documental sobre depredadores; en cincuenta minutos empezaba "That Seventies Show" seguido de "Seinfeld", y para rematar, "Scrubs": comprendí que sería incapaz de despegarme de la caja babosa durante las siguientes dos horas, tal es el tedio de las vacaciones. A las ocho vi con horror que en Fox iban a transmitir dos capítulos seguidos de "Los Simpson", pero el intermezzo de control remoto me hizo notar también ruidos en la sala.
Me levanté, bajé las escaleras, y tardé algunos segundos en adaptar el foco a la realidad para notar que las figuras alargadas y rosas que se deslizaban por el comedor eran mis sobrinas (con patines nuevos que, después de algunos meses de mentiras y manipulaciones, les habían comprado sus padres, incapaces de decirles: “si no haces lo que yo digo no te voy a comprar nada en navidad”). Estaban de visita, una vive en Puebla y la otra en México.
Al verme rodaron para abrazarme. Estábamos los tres sentados en un sillón, o más bien yo estaba sentado en el sillón y ellas encaramadas en mí: Karla tiene siete, Elsa nueve. Mi madre comentaba cómo en la mañana alguien había estado corrigiendo a la hija de la vecina, que decía “bianco” por “blanco”; ante la insistencia del adulto educador, la nena de cinco años mejor había dicho “white”. Al escuchar esto le pregunté a Karla cómo se decía “carro” en alemán, pues ella está en el colegio alemán Alexander Von Humboldt, donde les enseñan inglés, alemán, Santa Clos, etc. Me dijo algunas frases y corrigió mi pronunciación sin dejar de reír. Antes de irnos a la calle a patinar, tuvimos una conversación interesante:

Karla: Oye tío, ¿Tienes novia?
Yo: Sí.
Karla: ¿Cómo se llama?
Yo: Se llama G.
Karla y Elsa: ¿Y ya se besaron el la boca?
Yo (algo incómodo): Sí.
Karla y Elsa: ¡Guácaaalaaa!
Karla: Oye, y ¿está bonita tu novia?
Yo: Sí.
Karla: ¿Tiene el pelo café?
Yo: No.
Karla (con renovada sonrisa): ¿Es güera?
Yo: No, tiene el pelo negro.
Karla (con suspicacia): ¿Es blanca?
Yo: No, es morena, y a mí me gusta mucho.
Karla (perdiendo la esperanza): ¿De qué color, de qué color tiene los ojos?
Yo: Negros. ¿Quieren ir a patinar?

Invadimos el patio de los vecinos, que no estaban, y les estaba diciendo a las niñas que en estos días podían buscar a Daria. Karla preguntó quién era Daria.

Elsa: Es la vecina de mi tío. Yo la conozco, tiene once años.
Karla: Oye, y ¿Es ne… morena?

Sería inexacto asociar esa manía cromática con el colegio ario. Mi hermana mayor es morena y de niña sufrió terriblemente, aunque nunca fue a una escuela alemana, y sigue sufriendo cada vez que prende la televisión. Mi vecina Daria es también morena, y su hermana de cinco años (la del "white") ya aprendió a atormentarla diciéndole negra, y eso que todavía no sabe hablar bien.
Sé que desde tiempos de Homero la belleza ha sido motivo de grandes movilizaciones: al ver a Helena, los ancianos dijeron que valía la pena una guerra por una mujer como aquella. Pero de lo que estoy hablando aquí es de racismo vulgar.
Se supone que esta niña está en una de las mejores escuelas del país, pero su mayor interés (compartido por sus compañeros) está en los colores de la gente. Su hermano mayor me ha preguntado si vivo en casa o en departamento, si mi carro es nuevo o viejo, etc. Antes de los diez años, los futuros dueños y directores de empresa han internalizado el menosprecio por la gente morena que vive en departamentos y tiene carros usados: serán adolescentes cretinos, jóvenes adultos pedantes, señoras de sociedad, sean güeros o morenos. Desde luego que los padres son ya de esta especie y por eso la estupidez florece en sus niños.
Lo que me llena de esperanza es que muchos de nuestros flamantes políticos estudiaron en las mejores y más caras universidades, no de México, sino del mundo. Supongo que en Harvard se les habrá quitado la costumbre del menosprecio, después de todo Estados Unidos es la tierra de la libertad, y ya desde los lejanísimos años sesenta la magnificencia anglosajona ¡hasta les permite votar a los negros, que son como animales!

lunes, 11 de diciembre de 2006

Política: Si me traes buenas calificaciones... II

Apenas una hora después haber puesto la entrada pasada sobre la UNAM, el presupuesto y este desgraciado mentiroso, me llegó un comentario con una liga a esta otra entrada, similar a la mía, aunque mucho más documentada. El autor promueve una campaña para bombardear a esta rata desde google. Si utilizas alguno de los servicios de google como Blogger o Googlepages, por favor apoya la campaña.

Política: Si me traes buenas calificaciones...

El nuevo gobierno de este país tan democrático e institucional ha presentado su plan presupuestario. Se ve que los nuevos dirigentes están muy interesados en beneficiar a la población con la educación, la seguridad social y todas esas cosas.
Como parte del plan de austeridad, algunos políticos como Enrique Peña y el mismo Felipe Calderón han comenzado a reducir sus propios salarios; de ciento cuarenta y tantos mil pesos mensuales (o más) se quitan cinco o seis mil, lo cual es un gran apoyo para los cincuenta millones de pobres: si les repartimos esos cinco mil pesos les toca de a 0,0001 pesos mensuales a cada uno. Tal vez el programa incluya a otros mil funcionarios, entonces 0,0001 x 1002 = 0,1002. ¡Es más de un peso al mes por cráneo!
Pero si esto es ridículo, la reducción al presupuesto para la educación es indignante. Copio aquí una breve nota del economista:

El presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Raúl Alejandro Padilla Orozco, opinó que si la UNAM quiere más recursos primero debe demostrar su calidad académica, pues no se puede seguir manteniendo alumnos con calificaciones reprobatorias.

En entrevista, el legislador del Partido Acción Nacional (PAN) justificó la reducción de recursos que contiene el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2007 en el rubro de la educación media superior y superior.

Señaló que la educación es muy importante, pero insistió en que los recursos se deben dar con base en los resultados académicos, no obstante que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se ubique entre las 100 mejores a nivel mundial en cuanto a calidad.

A su decir, “no podemos seguir inyectando dinero a educación si no tenemos un resultado académico de los estudiantes que sea loable. Entonces tenemos que hacer una evaluación”.

Reiteró que el sector educativo es muy valioso e importante, pero: “a cambio de eso (más recursos) necesitamos transparencia. Si sabe usted, que en la UNAM la mínima calificación aprobatoria es 5, pero si saca cero le ponen 5, eso es muy grave y de esta forma el promedio mejora”, dijo.

El legislador reconoció que el proyecto de presupuesto es inercial, pero rechazó que se haya elaborado sobre las rodillas o con prisas para cumplir con los tiempos de entrega al Poder Legislativo.

Padilla Orozco adelantó que la bancada del PAN apoyará la propuesta del Ejecutivo federal, “aunque vamos a ver la manera de cómo la podemos enriquecer, pero no pretendemos corregirla.
Con información de Notimex

Mostrando su capacidad de raciocinio deteriorada por la religión, este pobre hombre no se da cuenta de que en menos de 300 palabras está haciendo uso -más de una vez- del doble discurso al decir, por un lado, que la educación "es muy importante", mientras que por el otro justifica la reducción al presupupesto asignado; a menos que crea que la educación va a mejorar si se le quita dinero, considerando, como un patriarca de mano dura, que con dejar a su hijo en la calle va a hacer de él un gran hombre. Por otro lado, tal vez no sepa que en 2005 la UNAM avanzó 21 posiciones en la lista de mejores universidades del mundo (ver nota). Una muestra más de ineptitud: en lugar de utilizar ese dato como un argumento en defensa de la pésima administración de Fox (o del trabajo del partido, yo que sé), salen con que la UNAM debe "demostrar su calidad" y se pone a hablar de promedios y buenas calificaciones con una mentalidad de maestro jubilado.
Sin embargo, soy un optimista incorregible, y sé que la imbecilidad de este grupo de papanatas va a terminar colándose por debajo de la cortina mediática, pues su avidez de grupo es únicamente comparable a la cantidad de tonterías que van acumulando.